La tienda nació de lo ahorrado lo aprendido programa Jóvenes en Paz

Fecha de publicación: 09 de jul. 2025
La tienda que nació de lo ahorrado y lo aprendido en el programa Jóvenes en Paz
#HistoriasDeIgualdad. Una pareja beneficiaria del programa Jóvenes en Paz, en el Valle del Cauca, ahorró parte de su transferencia monetaria condicionada y montó una tienda que ofrece a sus clientes no solo alimentos, bebidas y productos de aseo, sino la alegría de tener un negocio propio.
Melissa y Andrés son dos integrantes del programa Jóvenes en Paz posan felices de pie por delante de las góndolas de víveres y abarrotes que abrieron con las transferencias economicas condicionadas que reciben

Aunque la tienda aún no tiene nombre, casi todos los habitantes del barrio saben que está ubicada a unas cuadras del colegio y de la cancha de fútbol, en la calle Viento Libre del barrio Campoalegre, en la ciudad de Buenaventura, Valle del Cauca.

La tienda abrió el martes 27 de mayo y un mes después de su apertura, Melissa Muñoz Miranda y Andrés Mauricio Flórez, sus felices propietarios, dicen que “marcha bien. Mejor de lo que imaginaban”.

Desde hace un poco más de un año, cuando los dos ingresaron a Jóvenes en Paz, programa liderado por el Ministerio de Igualdad y Equidad, se comprometieron a ahorrar parte del dinero que recibían por la Transferencia Monetaria Condicionada y así concretar su emprendimiento.

Melissa y Andrés están muy motivados con el negocio y permanentemente analizan estrategias de mejora. Esto también lo han aprendido en su permanencia en Jóvenes en Paz.

La buena atención y el fiel compromiso de abrir la tienda día a día fueron razones que suman al reconocimiento de la tienda. Gaseosa, queso, arroz, jabón, azúcar, aceite y agua son los productos que más compran sus clientes.

Jóvenes en Paz es un programa que ofrece una ruta de atención integral a esta población con edades entre los 14 y 28 años, que se encuentra en situación de pobreza, vulnerabilidad, riesgo de reclutamiento, explotación sexual o inmerso en dinámicas de criminalidad en sus territorios. La permanencia en el programa es de 12 meses, tiempo en el que reciben una transferencia monetaria condicionada al cumplimiento de los componentes de educación y corresponsabilidad.  Si el joven así lo desea y cumple algunos requisitos, la permanencia es prorrogable hasta 18 meses.

¿En algo más le ha beneficiado Jóvenes en Paz? Melissa, responde sin pensar mucho: “la tienda es el beneficio evidente del programa, que marcó mi vida. Yo estaba en el limbo, ahora siento que organicé mi vida y mi tiempo y me tengo más valor. Para mí fue importante el asistir a un conversatorio en Cali donde conocí otras personas y escuché experiencias maravillosas. Allí se me abrió la mente. También valoro el acompañamiento permanente que he tenido de los profesionales del programa”.

También expresa que para Andrés ha sido positivo: “él quería salir de aquí porque no encontraba trabajo. Ahora tiene una esperanza, se siente tranquilo y no quiere irse. Todo lo recibido en el programa, la tienda y la familia han sido gran motivación para quedarse”.

Jóvenes como Melissa y Andrés son el foco y la misión del programa. Así como ellos otros 30.342 beneficiarios se encuentran vinculados y reciben acompañamiento permanente en Bogotá, Antioquia, Caldas, Cauca, Cesar, Chocó, Cundinamarca, Nariño, Norte de Santander, Risaralda y Valle del Cauca.   

¿Y el nombre de la tienda para cuándo? “Sin fecha”. Melissa suelta la carcajada, se despide y cuelga el teléfono.

Jóvenes como Melissa y Andrés demuestran que la transformación es posible cuando se combinan oportunidades reales con voluntad y acompañamiento. Desde el Ministerio de Igualdad y Equidad, seguimos comprometidos con crear condiciones para que miles de jóvenes en todo el país construyan proyectos de vida con autonomía, dignidad y esperanza.